Declarado Patrimonio Histórico y Arquitectónico, el chalet forma parte de una trilogía de idénticas man- siones que Minetti regaló a cada una de sus hijas. Para muchos es el chalet más bello de la ciudad de Villa María. Una vivienda extravagante, de fiel reflejo del estilo normando, majestuosa y señorial. Está ubicado en la esquina de Lisandro de la Torre y San Juan. Compendio de formas múltiples, que se desenvuelven con libertad por las diferentes alas. El techo principal es a dos aguas, con tejas y un marco de curiosa ondulación. Similar característica tiene el que da sobre calle San Juan, que determina los límites de la mansión. Ambos cuentan con chimenea, elemento que más allá de sus usos prácticos, sirve muy bien al decorado. Las ventanas se reparten por doquier, tanto en las dos plantas principales, como en la tercera y hasta en la buhardilla. La diversidad de tamaños y estilos de cada pieza, dotan al conjunto de extravagancia y originalidad. Por otro lado, destacan los dos balcones principales, uno en el primer piso y el restante en el segundo. En este último sobresale el diseño de las barandas. También dan la nota el marco de la entrada, y la forma en que el color bordó baña de identidad al conjunto. Buena forma de marcar contraste con la mayoría beige. Pero para mejor disfrutar del Chalet, conviene abordarlo con una mirada total. Y en esa gestáltica, apreciar lo fabuloso del cuadro, y su diversidad de contenido. Menuda construcción. Acaso, quizás, tal vez, la más bella de Villa María.